domingo, 1 de junio de 2014

Novena Clase de PANORAMA BÍBLICO I


Nehemías:   La reconstrucción

Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta,
y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro de
Jerusalén, y no estemos más en oprobio.
Neh 2:17

Hay un segundo regreso de Babilonia a la tierra bajo el liderazgo de Nehemías. Vuelven esta vez para reconstruir los muros alrededor de Jerusalén y ponerle puertas otras vez. Como en Esdras podemos ver un cuadro personal de la necesidad de la comunión con Dios (reedificar el templo), en Nehemías podemos ver el próximo paso en restablecernos con nuestro Señor. Una vez que tenemos la comunión con Él, necesitamos levantar “muros” para separarnos de nuestros enemigos: la carne, el mundo y el diablo. Nos separamos de los enemigos para consagrarnos a Dios y ser usados en el plan de extender el reino. Pero, no podemos edificar muros sin puertas porque si nos separamos completamente de todo, no podemos cumplir con la misión. 

Las puertas en el muro de Jerusalén forman cuadros de ministerios y medios por los cuales alcanzamos al mundo con la luz del evangelio de Cristo Jesús. Además de esta enseñanza personal en Esdras y Nehemías, hay un cuadro doctrinal y profético también. Como en Esdras un remanente de judíos volvió a la tierra para prepararla para la nación, así la Primera Guerra Mundial preparó la tierra prometida para Israel también. Después de la Primera Guerra Mundial sacaron la Declaración de Balfour (1917-18 d.C.) que trazó las fronteras de la tierra que sería de Israel en el futuro cercano. Luego, como en Nehemías el pueblo levantó muros para separarse de las demás naciones (ya como una nación separada, autónoma e independiente), así sucedió después de la Segunda Guerra Mundial. 

En 1948 d.C., después del Holocausto en Alemania, Israel llegó a ser una nación otra vez cuando miles de judíos llegaron allá para “separarse” de las demás naciones y formar la suya otra vez. Esdras y Nehemías forman un cuadro profético de los dos “regresos” a la tierra prometida después de las dos Guerras Mundiales. La Primera Guerra Mundial preparó la tierra para los judíos y la Segunda Guerra Mundial (con la persecución de los judíos por Hitler) preparó a los judíos para la tierra. El siguiente evento en el calendario profético de Dios es lo que vemos en el Libro de Ester: el arrebatamiento de la “reina gentil” (la Iglesia) y la manifestación del hombre de pecado (el Anticristo).


    Ester:   La preservación

En el Libro de Ester vemos la preservación divina de los judíos en la tierra de su cautividad durante los años después del primer regreso a la tierra prometida. Los eventos de Ester tomaron lugar entre los capítulos 6 y 7 del Libro de Esdras. Este libro se trata de la historia de una judía que Dios usó durante este periodo para preservar a Su nación del genocidio de su enemigo, Amán el agageo.


LOS CINCO LIBROS DE SABIDURÍA
Estos cinco libros son “de sabiduría” porque se escribieron de una manera general y universal. Aunque tratan de eventos y tiempos durante la historia del Antiguo Testamento, los principios que Dios comunica a través de estos libros son aplicables en cualquier época y a cualquier pueblo. Además, a pesar de que podemos ver mucha historia en estos libros, principalmente fueron escritos para preservar y comunicar la sabiduría de Dios—las instrucciones de cómo debemos vivir delante de un Dios Santo y Todopoderoso.


   JobLa bendición por medio del sufrimiento

Job es el libro más antiguo de toda la Biblia. Aunque Génesis trata de la creación y aparece primero en el orden de los libros de la Escritura, fue escrito por Moisés alrededor del año 1490 a.C. Job fue escrito durante los días de los patriarcas. O sea, Job era contemporáneo de Abraham, quien vivió generaciones antes de Moisés. Además, puesto que se escribió durante este tiempo de la vida da Abraham, el Libro de Job contiene mucha información sobre el mundo antes del diluvio de Génesis 7, tanto el mundo de Noé como el de antes (el de Lucero en Génesis 1.1). Por la fecha en que fue escrito es interesante (e importante) notar que Job pudo haber hablado con alguien que habló con Sem, uno de los tres hijos de Noé. Así que, durante la vida de Job y alrededor del tiempo de su prueba, había mucho conocimiento de la historia del mundo de Noé y la del original de Lucero, conocimiento que ya se ha perdido.

Job es un libro increíblemente profundo y contiene mucha información sobre el pasado de esta creación y las criaturas y que la habitaron.


El Libro de Job se divide en tres partes.

  • Primero leemos acerca de Job y Satanás (Job 1-2),
  • Luego de Job y sus amigos (Job 3-37)
  • Y al final de Job y Dios (Job 38-42).

Hay mucha enseñanza práctica para el estudiante de la Biblia en este libro. Uno puede aprender cómo responder a las duras pruebas de la vida.        
Job lo perdió todo en cuestión de un par de días: sus hijos, sus posesiones y aun su propia salud. Sin embargo respondió bien, por lo menos al principio (sería bueno que todos nosotros respondiéramos así cuando nos toca una prueba difícil).

Y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. En todo esto no pecó Job,
ni atribuyó a Dios despropósito alguno.
Job 1.21-22

Además, en el Libro de Job vemos cómo Dios a menudo desarrolla el carácter de Sus santos a través de las tribulaciones (Hechos 14:22). 
El Señor dijo que Job era un hombre perfecto y recto (Job 1.1), pero a pesar de esto lo metió en el “horno de aflicción” para purificarlo un poco más. Es a menudo a través de la aflicción que Dios nos saca la “escoria” de la maldad y de los problemas que tenemos en nuestro carácter. Job tenía la tendencia de justificarse a sí mismo y de confiar en sus propios méritos. A través de su prueba aprendió que el hombre no es nada y que Dios es todo  (Job 42.1-6).  A través de las pruebas y los tiempos difíciles, Dios hace Su buena obra de purificarnos y refinarnos. Aunque nos duele, después vale la pena (como con Job: recibió el doble de todo lo que perdió al principio; Job 42.10).

Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia.
Heb 5.8

He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción.


Isa 48.10

Novena Clase HERMENÉUTICA INTRODUCTORIA

REGLAS BÁSICAS PARA INTERPRETAR
(Siguiendo el método gramático-histórico).

1.     Dejar que la Biblia sea su propio intérprete cada vez que sea posible.

2.  Tomar literalmente, lo más posible, las palabras de la Biblia. Sólo debe buscarse el significado figurado cuando el literal carezca de sentido.

3.  Colocar todas las interpretaciones hechas dentro del contexto del cual fueron tomados los pasajes, para ver si se ha cometido alguna arbitrariedad en la interpretación.

4.  Considerar el tema o propósito del libro cuando se intérprete un pasaje específico de dicho libro.

5.     Ser reflexivo al hacer la interpretación. Evitar los juicios acelerados. Buscar las razones que pudieran demostrar que su interpretación es incorrecta.


CONTEXTO Y PASAJES PARALELOS

CONTEXTO:
La palabra contexto está compuesta de dos palabras latinas: cum (junto a) y textum (tejido; por extensión, contextura, trama).
Aplicado a documentos escritos, expresa la conexión de pensamiento que existe entre sus diferentes partes para hacer de  ella un todo coherente. El valor del contexto es obvio: sin él no hay correcta interpretación. El contexto liga, entreteje, une a dos o más pasajes bíblicos de igual valor espiritual y literario.

EXTENSIÓN DEL CONTEXTO:
Hay dos tipos de contextos. El contexto remoto y el contexto inmediato.

El Contexto Remoto. En un sentido amplio, está constituido por la totalidad de La Escritura. Pero de ese contexto debe pasarse sucesivamente a otros cada vez más reducidos: Antiguo o Nuevo Testamento, serán contextos más limitados el Pentateuco, los Libros Históricos, los Poéticos, los Sapienciales o los Proféticos, y dentro de cada grupo, cada uno de los libros que lo forman.

De un modo análogo el contexto del Nuevo Testamento se reduce mediante la clasificación en Evangelios, Hechos de los Apóstoles, Epístolas y Apocalipsis. Después se delimitará la sección del libro en la que se encuentra el texto y se determinará el contenido esencial de la misma. Y así se proseguirá la reducción hasta llegar al contexto más próximo al pasaje cuya exégesis se quiere efectuar. En el tránsito de contextos más amplios a otros más reducidos, conviene descubrir y tomar en consideración el propósito del autor.

El Contexto Inmediato.  Es el que corresponde, por más cercanía en estructura, al texto principal que se toma (o Texto de Partida).   

Es importante aclarar, que todo Contexto debe tener una certera relación de contraste (diferencia) o equivalencia con el Texto de Partida, sino NO es Contexto en sí.


TIPOS DE CONTEXTO: La conexión entre el texto y su contexto inmediato puede ser:
(1) Lógica, cuando las ideas del texto aparecen encajadas en la línea de pensamiento de toda la sección;
(2) Histórica, cuando existe una relación de determinados hechos o acontecimientos (por ejemplo la conversación de Jesús con el ciego de nacimiento (Jn.9:35-38) y el contexto de su curación y testimonio (9:1-34));
(3) Teológica, si el contenido del texto forma parte de un argumento doctrinal. En el examen del contexto deben tenerse en cuenta los paréntesis, digresiones y los cambios bruscos de un tema a otro. En cualquiera de estos casos, el hilo del pensamiento del autor parece romperse para introducir una línea nueva de reflexión. El intérprete habrá de tener el debido discernimiento para advertir que el verdadero contexto no lo constituyen los versículos que anteceden o siguen inmediatamente al texto objeto de exégesis, sino en una porción anterior o posterior de los mismos (por ejemplo, el contexto de II Cor.5:11 al 6:13 es II Cor.7:2-16. En la sección del 6:14 al 7:1 ocurre un cambio brusco de tema).


PASAJES PARALELOS: No siempre el contexto aporta luz para la mejor comprensión de un texto. Puede suceder que este se encuentre aislado, sin conexión con lo que le antecede o le sigue.  Es lo que vemos en la mayor parte de los textos de Proverbios, pues con la excepción de algunas secciones cuyo contenido gira en torno a temas concretos (las malas compañías 1:10-19; la vida de piedad, 3:1-12; la sabiduría, 3:13-4:27; 8:1-9:18; las exhortaciones contra la impureza, 5:1-23;6:20-7:27; la amonestación del rey, 31:1-29; y el elogio de la mujer virtuosa, 31:10-31), el resto del libro está compuesto de máximas y sentencias discontinuas. Algo análogo acontece con determinadas porciones de Eclesiastés y del Cantar de los Cantares.

En el resto de las Escrituras, aunque con menos frecuencia, también hallamos pasajes inconexos.   En tales casos es inútil trabajar en el contexto. La ayuda ha de buscarse en los pasajes paralelos, es decir aquellos que en otros lugares de la Biblia se refieren al mismo hecho histórico, a la misma enseñanza, exhortación o tema semejante. En estos pasajes paralelos generalmente se encuentra ayuda no solo para entender mejor el texto que tratamos de interpretar, sino también para obtener una perspectiva más amplia tanto de su significado como de sus aplicaciones. Como por ejemplo “aborrecer” en Lucas 14:26 equivale a “amar menos” en Mateo 10:10-37, con la consecuencia lógica de que si la familia es hostil a Cristo (véase el contexto de Mt.10:34-39).