viernes, 24 de octubre de 2014

ESCATOLOGIA BÍBLICA I. Clase 3-4





































ESCATOLOGÍA BÍBLICA I. Clase 1-2





DEFINICIÓN

La escatología es el estudio sistemático de los eventos futuros. La palabra se deriva del adjetivo griego éskaton, que significa el último, y unida al “logos” que significa: tratado o estudio. La palabra éscatos puede ser usada para referirse a la última cosa en una serie, pero la implicación de la palabra escatología no está limitada a una sola cosa, sino que se refiere a todos los eventos futuros que significan el fin del cosmos. Los escritores bíblicos frecuentemente hablan de un conjunto de eventos escatológicos como el clímax de la historia mundial, la resolución y la consumación del programa cósmico de Dios.



La Teología es la disciplina que se ocupa de Dios y de la relación entre Él y el hombre: es ciencia pues expresa los contenidos de la fe de FORMA SISTEMÁTICA y aplica PROCEDIMIENTOS METODOLÓGICOS.  Es distinto de las ciencias humanas o naturales, pues su objeto final, que es Dios, no es demostrable empíricamente.

Pero es claro que la teología debe ocuparse del hombre y de su experiencia con Dios, no de un Dios aislado.

Desde tiempos antiguos, la Teología estuvo vinculada a la Filosofía. La Filosofía es la reflexión y razonamiento sobre la vida y las cosas vinculadas a ella, especialmente sobre la vida del hombre y su razón de ser y existir, específicamente en el tiempo presente.

También la filosofía trata de  demostrar la existencia de Dios, pero su base es diferente: en la FILOSOFÍA ES LA  RAZÓN, mientras que en la Teología las fuentes son LAS ESCRITURAS.


La Escatología se divide en dos:
  • Escatología Individual, que trata del destino que me espera a mí, como ser humano en particular, y

  • Escatología General, que trata del destino que le espera a la humanidad en su conjunto.

La Escatología presupone una cosmovisión del tiempo lineal, no como el existencialismo o la filosofía griega antigua ó la hindú, en que el tiempo es cíclico, concebido como “eterno retorno”, de allí que crean en la reencarnación.

En la concepción cristiana hay un ALFA y un OMEGA.


Hay un tiempo kronos, es decir de fechas y horas, y un tiempo kairós, de la gracia, de la actuación divina.

Para el Cristianismo, la escatología Bíblica podría traducirse como "enseñanza (del Señor) sobre lo último". Juan 1:1 nos describe a Jesús como el Logos o Verbo de Dios.

El Señor Jesucristo nos habla de continuo de escatología, es más, el Evangelio mismo es escatología pura, pues nos presenta una profecía, la mayor de las profecías que el hombre ha podido oír jamás, que Dios nos llama a Su Reino eterno a través de Su Hijo Jesucristo en la Cruz para ser redimidos y salvos de la ira venidera, acontecimientos que fueron profetizados por distintos profetas de la Biblia en distintas épocas anteriores y que se van cumpliendo de manera precisa y ajustada al plan de Dios.

El corazón mismo de la escatología es la llamada "Parusía" o segunda venida de Jesucristo en gloria como Rey de reyes al final de los tiempos profetizados, junto a la resurrección y arrebatamiento, y el día del juicio, que preceden al establecimiento de Su Reino eterno. Del mismo modo que se cumplieron las profecías sobre Su primera venida se cumplirán, sin lugar a dudas, las profecías sobre la Parusía.

Realmente se trata de la noticia más importante jamás oída por el hombre, pues viene un nuevo Reino universal, una nueva creación, un nuevo orden de cosas donde recibiremos un nuevo cuerpo para vivir en los nuevos cielos y nueva tierra, bajo la bendición de Dios, el Paraíso eterno de paz y felicidad del amor de Dios. Este anuncio profético escatológico está al alcance de todas aquellas personas que confían en Dios y le aman. Todo el que ama a Dios en espíritu y en verdad, en cualquier época recibe un corazón nuevo dispuesto a nacer de nuevo del Espíritu de Dios a través del don de la fe en la obra redentora de Jesucristo, el Hijo de Dios, por nosotros, pagando por nuestros pecados en la Cruz, llamándonos a que lo disfrutemos con Él, que vendrá al final de los tiempos para juzgar a toda la humanidad de todo tiempo, destruir al maligno y su ejército y establecer el Reino de Dios.



Es la rama de la teología que marca de manera precisa la línea del tiempo que señala los eventos correspondientes al futuro del programa profético de Dios.  Eventos a los que debemos estar atentos. (Lucas 21:28 / II Pedro 1:9)

  Es una guía de orientación para el cristiano en estos tiempos de mucha especulación, manipulación mercantil y extremos legalistas acerca de la profecía bíblica y los temas apocalípticos. 


      Nos ayuda a comprender la tensión entre el “YA” y el “PERO TODAVÍA NO” de la manifestación de l Reino de Dios revelado en y por Cristo Jesús.



  Trata esencialmente lo referente a la Esperanza de nuestras esperanzas: la Parusía, La Manifestación de Cristo en Su Venida.   “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser, pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es” (I Juan 3:2).


     El conocimiento y el entendimiento de los eventos escatológicos nos sirven como reloj-calendario para vivir preparados ante el más magno de todos ellos:

El Regreso de Jesús por los Suyos. Daniel el profeta nos sirve como modelo en este sentido Daniel 9:2

Pedagogía. Clase 2

BREVE HISTORIA DE LA PEDAGOGIA

OBJETIVO: Identificar el proceso evolutivo de la pedagogía desde la antigüedad hasta nuestro tiempo.
Es necesario tener antes un cuadro elemental acerca de los periodos en los que se divide la historia humana en general.  Aunque, para fines propios de las ciencias sociales se parte desde la etapa llamada “Pre-historia”, no obstante, generalmente la historia se suele dividir en cuatro grandes períodos:
(1)   La Edad Antigua, comprende desde alrededor del año 3000 a. C. hasta alrededor del siglo VI, con el Oriente Medio, el Mediterráneo cuna de la Antigüedad clásica, de China, y la India.
(2)   La Edad Media, desde el siglo VI hasta finales del siglo XV.

(3)   La Edad Moderna, desde finales del siglo XV hasta 1789, con la revolución francesa, que incluye el Renacimiento europeo.
(4) La Edad Contemporánea, iniciada en 1789, con la Ilustración y la Revolución industrial, y que llega hasta nuestros días.


La educación en la antigüedad
Hay que mirar el contexto histórico por ejemplo: Cuáles eran las civilizaciones de ese tiempo, su organización social, su sistema político, su sistema económico, su aspecto cultural y la religión que profesaban, para así poder tener una visión social y poder establecer el orden político. La educación de ese tiempo era de corte humanista.
El método de enseñanza afirmaba el carácter del estudiante en su rama o vocación, por ejemplo: Entre los griegos, los de Atenas (Cartago) eran los que tenían que ver con las ciencias y las artes, pero los espartanos (de Esparta) afirmaban el carácter guerrero o militar en el estudiante o gimnástico.
El centro de la enseñanza no era el estudiante si no el maestro: ¿Cómo va enseñar?, ¿qué va a enseñar?, etc.

Métodos usados: la memorización e imposición.  Metodología Mnemotécnica.

Período Clásico

     A.   La educación griega. Durante el período clásico, los sistemas de educación derivaban de la educación de la antigua Grecia. Entre los pensadores que influyeron en su concepción educativa están: Sócrates, Platón, Aristóteles e Isócrates. Uno de los más reconocidos maestros en el campo de la filosofía educativa en Grecia fue Homero, autor de dos de las obras más sobresalientes que ilustraron la educación griega: “La Ilíada” y la “Odisea”.  El objetivo del educador griego era preparar a los jóvenes intelectualmente para asumir posiciones de liderazgo en las tares del Estado y la sociedad. En los siglos posteriores, los conceptos griegos sirvieron para el desarrollo de las artes, la enseñanza de todas las ramas de la filosofía, el cultivo de la estética ideal y la promoción del entrenamiento gimnástico.

      B.   La educación durante el Imperio Romano. Después de un período inicial en el que se siguieron las viejas tradiciones religiosas y culturales, se decantó por el uso de profesores griegos para la juventud, tanto en Roma como en Atenas. La educación romana transmitió al mundo occidental el estudio de la lengua latina, la literatura clásica, la ingeniería, el derecho, la administración y la organización del gobierno. Muchas escuelas monásticas así como comunales y catedráticas se fundaron durante los primeros siglos de la influencia cristiana.

Edad Media
En el Siglo XVI d.C., Ia pedagogía se asimila a un catecismo, o un método catequético, o sea de preguntas y respuestas, como el método socrático llamado la mayéutica (técnica que consiste en interrogar a una persona para hacer que llegue al conocimiento a través de sus propias conclusiones y no a través de un conocimiento aprendido y concepto pre conceptualizado). La educación de ese tiempo era de corte teocéntrica o religiosa.   La religión manejó la imposición, existían libros que no se podían leer, estaban prohibidos y sólo estaban en las bibliotecas privadas de los jerarcas religiosos, además en esta imposición surgen los dogmas de la fe católica.  Los pedagogos eran religiosos, por Ej.: San Agustín, Santo Tomas de Aquino.

En este periodo surge la universidad.

En lo social estaba establecido el feudalismo: un señor que tenía varias sirvientes a los cuales les daba tierra para que trabajaran y el producto era para el “señor” feudal.

Para este tiempo se abrieron varias universidades en Italia, España y otros países, con estudiantes que viajaban libremente de una institución a otra. Las universidades del norte como las de París, Oxford y Cambridge, eran administradas por los profesores: mientras que las del sur, como la de Italia y Alcalá de España, lo eran por los estudiantes. Sin embargo, la educación era un privilegio de las clases superiores y la mayor parte de los miembros de las clases bajas no tenían acceso a la misma. 

 Edad moderna
Se le da el nombre del renacimiento o “siglos de las luces”, porque hay un resurgimiento del modelo humanista. Surge la pedagogía como ciencia. Surgen las clases sociales. Hay revoluciones:
·         En lo social: la toma  de la bastilla: donde estaban los presos políticos
·         En lo industrial: diferentes adelantos de la ciencia, por Ej.: la imprenta.
·         En lo económico: surge el modelo capitalista

Aquí surge una buena cantidad de los pedagogos que aportaron grandes ideas para el modelo pedagógico que aún hoy en día conservamos: Montessori, Pestalozzi, Froebel, entre otros.

     A.   El Renacimiento:

Fue un periodo en el que el estudio de las matemáticas y los clásicos llegó a extenderse, como consecuencia del interés por la cultura clásica griega y romana que aumentó con el descubrimiento de manuscritos guardados en los monasterios. Muchos profesores de la lengua y literatura griega emigraron desde Constantinopla hasta Italia.

Durante este período se dio una gran importancia a la cultura clásica griega y romana enseñada en las escuelas de gramática latina.
No se puede dejar de ver o echar por menos el papel bajo la sombra que Martin Lutero imprimió en el ámbito educativo. Lutero fue impulsador y propulsor de la educación popular o universal, de hecho que por iniciativas del mismo se abrieron diversas escuelas en Alemania y Suiza con el rostro nuevo de la libertad para tener acceso, por parte de los maestros y estudiantes a la literatura tanto cultural como eclesiástica y clásica que durante casi 500 años la iglesia católica había prohibido accesar.

De esta época datan las primeras universidades americanas fundadas en Santo Domingo (1.538), en México y Lima (1.551).

      B.   Siglo XVII, XVIII y XIX

El Siglo XVII fue un período de rápido progreso de muchas ciencias y de creación de instituciones que apoyaban el desarrollo del conocimiento científico. La creación de estas y otras organizaciones facilitó el intercambio de ideas y de información científica y cultural entre los estudiosos de los diferentes países de Europa. Tal vez, el más destacado educador del siglo XVII fuera Jan Amos Komenský, obispo protestante de Moravia, más conocido por el nombre latino de Comenio. Su labor en el campo de la educación motivó que recibiera invitaciones para enseñar por toda Europa. Su objetivo educativo podría resumirse en "enseñar a través de todas las cosas a todos los hombres", postura que se conoce como pansofia.

El Siglo XIX fue el período en que los sistemas nacionales de escolarización se organizaron en el
Reino Unido, en Francia, en Alemania, en Italia, España y otros países europeos. El más influyente
seguidor de Rousseau fue el educador suizo Johann Pestalozzi, cuyas ideas y prácticas ejercieron
gran influencia en las escuelas de todo el continente. Su principal objetivo era adaptar el método
de enseñanza al desarrollo natural del niño. Para lograr este propósito consideraba el desarrollo
armonioso de todas las facultades del educando (cabeza, corazón y manos).

      C.   Siglo XX

A comienzos del siglo XX la actividad educativa se vio muy influenciada por los escritos de la feminista y educadora sueca Ellen Key. Su libro “El siglo de los niños” (1.900) fue traducido a varias lenguas e inspiró a los educadores progresistas en muchos países. La educación progresista era un sistema de enseñanza basado en las necesidades y en las potencialidades del niño más que en las necesidades de la sociedad o en los preceptos de la religión.

Estados Unidos ejerció una gran influencia en los sistemas educativos de los países de América Latina. El siglo XX ha estado marcado por la expansión de los sistemas educativos de las naciones industrializadas de Asia y África. La educación básica obligatoria es hoy prácticamente universal, pero la realidad indica que un amplio número de niños (quizá el 50% de los que están en edad escolar en todo el mundo) no acuden a la escuela.

    D. Educación en el nuevo siglo XXI.

La educación en este nuevo siglo todavía está marcada por la influencia consecuente de los modelos y principios que prevalecieron durante el siglo XX. No obstante, ya somos parte y testigos de una educación afectada notablemente por el pensamiento y los nuevos paradigmas de renovados autores de distintos campos del conocimiento así como por el acelerado despliegue de las tecnologías de la información y la comunicación, especialmente explotadas por y desde los modelos educativos más desarrollados como: Estados Unidos, Canadá, Europa y los asiáticos como: Japón, Corea del Sur, Finlandia, Taiwan y China popular.

Los retos de la educación actual están marcados por las tendencias de encaminar a los
educadores y educandos en y los campos de la investigación y la creatividad con miras a enfrentar
y darle solución a los múltiples y complejos problemas que en todas sus dimensiones adolece la
sociedad postmoderna.









Teología del Reino II. Clase No. 4


La misericordia está estrechamente vinculada al amor inquebrantable, al amor de pacto o a la fidelidad divina. Lucas demuestra cómo el nacimiento de la nueva era fue considerado como un cumplimiento de las promesas de misericordia de Dios para Su pueblo adquirido (Lucas 1:50, 54, 72, 78).  El cumplimiento de esta promesa se encuentra en el ministerio de sanidad de Cristo, con frecuencia se le suplicaba misericordia al “Hijo de David”

Sólo quienes están preparados a mostrar misericordia pueden esperar recibir la misericordia prometida en el Reino de Dios. Si perdonamos, el Padre nos perdonará (Mateo 6.14-15).   El hombre al que se le perdonaron todas sus deudas, y aun así rehusó perdonar a los demás lo que a él le debían, fue echado en la cárcel (Mateo 18.23-35).  El hombre rico que daba voces en el infierno pidiendo misericordia, durante su vida no mostró misericordia (Lucas 16:24).  Los fariseos fueron juzgado por Jesús por haber mal interpretado la ley debido a que dejan lo más importante de la ley: la justicia y la misericordia y la fe (Mateo 23:23).

Con frecuencia los comentadores han notado que esta bienaventuranza se cumplirá en forma natural el alguien que acepta las anteriores: quien reconoce su pobreza ante Dios, llora por sus pecados y los de la humanidad, no se impacienta por su propia justicia y tiene hambre de la llenura de Dios, no podrá despreciar al necesitad; para tal persona no es difícil perdonar.  Una opinión real de nosotros mismos ante Dios asegura una actitud correcta hacia las necesidades y defectos de los demás.

Esta bienaventuranza sólo puede ser entendida bajo el trasfondo del judaísmo rabínico y las tradiciones de los fariseos. En las leyes de santidad del Antiguo Testamento, la mayoría de los objetos se clasificaban como impío o inmundos: la vestimenta, los animales, los alimentos, las plantas, los días, y las personas (la gente), etc. Ya en los días de Jesús dicha tradición había sido llevada a extremos absurdos.  Los fariseos se encontraban a sí mismos sucios, si se sentaban sobre la vestimenta de alguno de la “gente cualquiera”; se desarrollan complicados métodos para lavarse las manos (según la tradición ya en el Nuevo Testamento, para que una persona estuviera y se sintiera “limpia” después de ensuciar sus manos, debía hacerse un lavado de siete veces en cada parte de su cuerpo; ejemplo: lavarse siete veces cada dedo de los pies, siete veces la palma de los pies o de las manos, según fuera el caso). Los Esenios (un grupo sectario-religioso en el tiempo de Jesús), debían bañarse todos los días para conservar su pureza ritual.

Se daba énfasis a lo externo, los fariseos habrían estado de acuerdo con la declaración: “bienaventurados los ritualmente limpios, porque ellos verán a Dios”.

Jesús enseñó algo diametralmente opuesto a la enseñanza de los fariseos:

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia.
¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
Mateo 23.25-28

No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra?
Mateo 15.11-12

Jesús no sólo enseñó pureza interna, sino que demostraba en Sus acciones que Él podía ver a través de las fachadas (de los hombres). Él escandalizaba a los fariseos al comer con los cobradores de impuestos y pecadores (Marcos 2.14-23).  Jesús ministraba a los gentiles “inmundos” y hasta tocaba a los leprosos.  En consecuencia, los escritores del N.T. enfatizan la pureza de conciencia, en lugar de la limpieza ritual y condición externa de la gente.   

Esta bienaventuranza invierte el sistema de valores del mundo religioso en cualquier tiempo de la historia. El Reino de Dios trae una revolución espiritual.  La pureza es un asunto del corazón.  Jesús declara la dicha de la era venidera para quienes tienen un corazón limpio (quienes no acusan ni son acusados de nada).  La promesa de que “ellos verán a Dios” se formula en el contexto de felicidad escatológica. Uno puede ver a Dios en la experiencia de la adoración, sin embargo, dicha experiencia será finalmente manifiesta en el mundo venidero. Isaías vio la era venidera trayendo una revelación de la completa gloria de Dios.  Lucas registra que el amanecer del siglo venidero fue celebrado por los pastores y Simeón al ver la salvación de Dios (Lucas 2:20).  Jesús les dijo a Sus discípulos que muchos profetas desearon ver las cosas que ellos vieron.  
Mientras que para los griegos, la paz denota ausencia de guerra o estado de total quietud, para los hebreos denota integridad, bienestar, perfección y prosperidad. Poseer todo lo anterior constituía otro modo de expresar que se experimentaba salvación como una realidad holística (global o total).

Bendición, paz y salvación estaban estrechamente vinculadas a la experiencia de la era mesiánica.  La paz definida de esta forma es de la misma forma esencia del Reino.    

¿Quiénes son entonces los pacificadores y cómo se relacionan a la venida del Reino?  Un pacificador es alguien que tiene dentro de sí la paz o integridad del Reino y la imparte a otros. Si bien no se excluye la idea de traer paz entre partes enemistadas, el énfasis recae sobre la habilidad de traer dicha paz a la vida de los demás; impartir algo que uno ha experimentado.

Cuando los discípulos entraban a una casa, podían hacer que su paz viniera a ella (Mateo 10.12-13).  Ellos llevaban en sí mismos la presencia característica del Reino.  Jesús les dijo: “…y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él…” (Lucas 10:6).   En realidad dicha paz reposa (es impartida o ejerce influencia) sobre la gente mediante la irrupción del Reino y es similar a la presencia y el derramamiento del Espíritu Santo. 

En el mundo occidental (Europa y América), la gente está acostumbrada a los conceptos, en vez de la práctica. Para los hebreos (mundo oriental), el pensar, el hacer y el ser son partes de un todo indivisible. Las palabras son hechos y las enseñanzas, prácticas.  Jesús enseñó dentro del sistema de las técnicas rabínicas del discipulado.  En este contexto, el comprender, experimentar y transmitir la paz a las vidas de otros, formaba parte de una sola realidad. 
Pocas necesidades humanas son tan profundas como la necesidad de aceptación. Nuestro engreimiento nos hace poner la popularidad, la estima y el prestigio como una de nuestras metas más altas. Para el pensamiento clásico, la fama era considerada como uno de los valores más nobles de la vida. Para el judaísmo rabínico quienes eran considerados santos eran muy aclamados; se sentaban en los mejores lugares en las sinagogas (Lucas 20.46-47).  Quienes eran rechazados o expulsados de las sinagogas (recaudadores de impuestos, ramera y pecadores) se les consideraba la escoria de la sociedad; ellos realmente no tenían oportunidad de ser tocados por Dios.  Ningún fariseo habría considerado dicho estado como digno o señal de bendición.  Pero Jesús invierte el sistema de los valores del hombre.  Lo que es exaltado ante los hombres es una abominación ante los ojos de Dios (Lucas 16:15).

El lenguaje de las bienaventuranzas tiene que ver con un pasaje de Isaías sobre la gente socialmente rechazada que se convierte en el pueblo de Dios.   El estilo es tan parecido al de las bienaventuranzas, que resulta difícil no asumir que Jesús vio cómo este pasaje se cumplía en Sus discípulos.  Los hijos del Reino se convirtieron en una contracultura para este mundo; un pueblo alternativo donde la popularidad social no tiene valor, pero donde es primordial el identificarse con el Hijo del Hombre y Su reinado celestial.  Cuando el mundo los rechaza, ellos deben alegrarse en gran manera: el mundo rechazó a los profetas y al propio Hijo de Dios (Juan 15:18).




Cada bienaventuranza revela de un modo distinto un tema constante; los valores del Reino invierten el sistema de valores del mundo actual. El Reino de Dios trae consigo una revolución. Según lo dicho por los tesalonicenses: “…estos que trastornan al mundo entero también han venido acá…todos éstos contravienen los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús” (Hechos 17.6-7).  Esta no es una revolución común, basada en una causa política temporal, sino que ha sido provocada por la intervención del siglo venidero.  Debido a que la era venidera es tan radicalmente distinta a la era actual, su intervención no puede ser nada excepto trastornar el presente siglo.  La transición de este siglo al siglo venidero nunca será evolutiva o dócil (sino dramática, impetuosa e impactante). 

Otro elemento en las bienaventuranzas es la ausencia total de división entre las realidades materiales y espirituales. De acuerdo con casi toda condición, sea el pobre, el hambriento, los que lloran, o el rico, su estado es tanto material como espiritual. 

Esta siempre es la forma hebrea de ver la realidad.  La división entre los aspectos espirituales y materiales es parte del pensamiento griego occidental. La venida del Reino afectará toda la vida: los aspectos sociales, individuales, materiales, espirituales, lo que respecta a la justicia social y la moral personal. Habrá cielo nuevo y tierra nueva. 

Cada intento de delimitar las bienaventuranzas a una lista de reglas (humano-religioso) fracasará.  El estilo de vida descrito va más allá de nuestra capacidad de comprensión.  No podemos vivir las bienaventuranzas con nuestras fuerzas (o aplicándolas como píldoras o reglas religiosas), (esto sería como intentar volar a la luna con el puro esfuerzo físico y nada más).  Las bienaventuranzas ahondan tan profundamente en nuestros motivos internos que lo único que hacen continuamente es preocuparnos. Si pudiéramos salir de este mundo y vivir completamente en el Reino, sería grandioso.  Si pudiéramos olvidarnos del Reino y vivir solo en este mundo, no habría peligro alguno; pero ninguna de las dos cosas es posible, continuamos siendo parte de ambos reinos al mismo tiempo.  Nuestras vidas son alteradas en la forma más maravillosamente desconcertante, de modo que nunca más podremos volver a ver las cosas del mismo modo.